Las prótesis mamarias pueden ser de diferentes tamaños y formas. En términos generales, todos los implantes poseen una cubierta (bolsa) de silicona y un relleno que puede ser de solución salina, gel de silicona, o una combinación de ellos.
La cubierta o bolsa de silicona puede ser lisa o texturizada (corrugada), y dependiendo de estas características va a ser el comportamiento del implante a largo plazo.
Durante el proceso de fabricación del implante, estos son sometidos a situaciones físicas extremas, por lo que la posibilidad de ruptura dentro del cuerpo es muy baja, -pero aun así probable-. Con los implantes de solución salina, existe el riesgo de ruptura súbita , siendo mayor, mientras más tiempo lleve el implante en el cuerpo, por lo que hoy no se utilizan con frecuencia.
En la inmensa mayoría de las pacientes no hay cambios en la sensibilidad de los senos, pero en raras ocasiones puede haber alguna disminución, generalmente transitoria, y debida al estiramiento de los tejidos. Igualmente debido a este estiramiento, y en personas propensas, pueden desarrollarse estrías en los senos, siendo mayor el riesgo mientras mayor sea el tamaño del implante.
Debido a que durante la cirugía de implantes mamarios se manipula de manera directa la glándula mamaria, existe el riesgo de que en una lactación futura, se disminuya en mayor o menor grado la producción de leche, y esto va a depender, entre otros factores, del tipo de incisión utilizada, la posición del implante, el tamaño del implante, y el estímulo que haga el infante durante el proceso de lactación.
Si está pensando en una mamoplastia de aumento y posee 35 o más años, o tiene antecedentes familiares de cáncer de seno debe realizarse una mamografía previa a la cirugía.
Después de la cirugía es necesario utilizar un brasier deportivo, o una venda elástica durante un periodo variable de 2 a 4 semanas, y dependiendo del tipo de implante y de la posición del mismo.
El aumento en el volumen de los senos produce un estiramiento de los delicados tejidos glandulares, y esto le puede causar dolor, principalmente si el implante se coloca debajo del músculo.
El dolor es mayor las primeras 72 horas, pero mejora día a día, y se controla grandemente con la medicación para el dolor.
Cada año se realizan en el mundo miles de procedimientos de mamoplastia de aumento, y aunque la mayoría de estas cirugías son acertadas, existe el riesgo potencial de complicaciones.
Como en cualquier cirugía, los posibles riesgos y complicaciones son (no limitando sólo a estos): infección, sangrado excesivo, resultado insatisfactorio, alteración en la sensibilidad de la areola y el pezón, rechazo de la prótesis, contractura capsular, palpación de la prótesis debajo de la piel, y la necesidad de un segundo procedimiento en el futuro.
Le recomendamos leer detenidamente el prospecto de información, y posibles complicaciones, que está inserto dentro del empaque de los implantes, y que es suministrado por los diferentes fabricantes de prótesis del mundo.
Para reducir al mínimo estos riesgos, es importante que usted siga todas las instrucciones del doctor Maldonado antes y después de la cirugía.